LOS ELEMENTOS QUE VINCULAN A MASSA CON EL NARCO
LOS DETALLES DEL CASO "FONDO BLANCO"
Esto sucedio luego que un juez federal pidió este
sebado revisar a la Unidad de Información Financiera y al Banco Central peritajes
sobre las maniobras financieras de una banda liderada por colombianos. Vivían e
invertían en countries y desarrollos en Tigre. Hoy esperan juicio tras las
rejas.
El negocio del lavado de dinero en Nordelta podría ser
mucho más grande de lo que se creía hasta ahora. Hay veinte fideicomisos que
están bajo la lupa judicial. Por primera vez presentamos un mapa con todos los
actores investigados por la justicia.
El juez federal Alberto Santa Marina pidió a la Unidad
de Información Financiera (UIF) y al Banco Central (BCRA) peritajes sobre las
maniobras económicas y financieras de la banda narcocriminal liderada por el
colombiano Jesús Antonio Yepez Gaviria, desde su radicación en 2009 en el país.
Ese fue el año en que llegó a Nordelta y se instaló con su mujer Claudia Arias
en una lujosa residencia del barrio Los Castores. Después compraría cuatro
propiedades más en el country de Tigre y comenzaría a invertir en la zona,
financiando la construcción de torres y otros negocios. La “Banda del doctor”
hoy tiene doce miembros procesados, cuatro de ellos con prisión preventiva.
Yepez Gaviria fue detenido en octubre del año pasado,
después de catorce meses de escuchas telefónicas y cruces de información. La
investigación había empezado en 2012 y desembocó en el operativo “Fondo
Blanco”, que incautó 114 kilos de cocaína, detuvo a Yepez Gaviria y a otras
diez personas. El mes pasado, Santa Marina dio otro paso central en la
investigación de la banda, cuando allanó las oficinas de Obras de Arquitectura
SRL y Oda Constructora SA. El arquitecto Walter Jorge Mosca integra el
directorio de la primera y preside la segunda.
Oda Constructora inauguró el Hotel Intercontinental de
Nordelta en julio de 2011, un complejo de cinco estrellas en 85 mil metros
cuadrados. En aquella ceremonia, el entonces intendente de Tigre, Sergio Massa,
cortó la cinta y apretó las manos de Walter Mosca y de Eduardo Constantini
(dueño de la constructora del complejo de contries). Fue en uno de sus barrios
más famosos y exclusivos, la “Ciudad Pueblo” Nordelta, donde Yepez Gaviria y
buena parte de los integrantes de la banda fueron detenidos en sus viviendas.
También en Nordelta habían realizado otras inversiones inmobiliarias con dinero
del narcotráfico.
Fuentes judiciales confirmaron a Merlo Noticias que
entre las nuevas medidas procesales ordenadas hay peritajes económicos y
contables de la documentación secuestrada de las oficinas de Mosca. La UIF y el
BCRA elaborarán un dictamen sobre cheques, facturas y títulos reunidos a lo
largo de la investigación, y que vinculan a Yepez Gaviria con Mosca. Cientos de
horas de escuchas telefónicas confirman vínculos de los negocios del colombiano
con el arquitecto Mosca.
Cómo operaba la organización
Los presuntos narcos y lavadores tenían estructuras
paralelas diferenciadas: un grupo se encargaba de llevar la droga desde Perú
hasta la Argentina, otro manejaba el lavado de dinero. La droga era
transportada en autos, un avión y camiones en su paso por Bolivia y hasta la
Ciudad de Buenos Aires. Según los investigadores, en el puerto la embarcaban y
enviaban a Europa. Un joven de 21 años, Oscar Matías Morfulis, era el chofer
del camión que la transportaba y hoy, uno de los procesados. Los sabuesos creen
que su padre, Mario, estaba a cargo de la logística del transporte
internacional.
Hoy Yepez Gaviria y su mujer esperan el juicio tras
las rejas. En las mismas condiciones están dos de sus socios John Eduard
Martínez Grajales y Andrés Mauricio Sánchez Gálvez. El primero vivía en el
barrio cerrado Santa Catalina; el segundo, en los condominios de lujo del
Marinas Golf. Ninguno de ellos tocaba la droga. Tampoco Blanca Irene Rojas
Núñez, la mujer de 52 años procesada por haber sido el nexo entre los capos y
el piloto de avión colombiano John Hamilton Rojas Núñez.
Sus procesamientos fueron apelados: la Cámara Federal
de Apelaciones de La Plata no tiene plazos para resolver el planteo, pero se
estima que podrían tener respuesta durante la segunda mitad del año. Algunos
días después que Santa Marina enviara la causa al tribunal para estudiar los
procesamientos, comenzaron a llegar informes detallados de la UIF. El ente
confirmó que había maniobras financieras compatibles con el delito de lavado de
dinero vinculadas a la banda". A fin de profundizar la pista, el juez
remitió más documentación a ese organismo y al BCRA para que realicen los
peritajes.
En el expediente, al que accedió Merlo Noticias,
consta que Yepez Gaviria y su mujer tenían participación en al menos seis
sociedades comerciales mediante las que reintroducían el dinero sucio al mercado
formal:
-Yepez y Arias SRL invertía en los emprendimientos
inmobiliarios.
-Gerentenet.com SA gestionaba transporte de pasajeros
y organización de viajes turísticos.
-MPC Auto Class SA un lavadero que hacía negocios con
la compra venta de autos.
-Supermercado Compra Ya SRL dedicado a la instalación,
explotación y administración de supermercados y comercios de artículos para el
hogar.
-Football Group International SA iba a dedicarse a la
intermediación en la transferencia de pases de futbolistas, pero no llegó a
realizar ninguna operación en ese rubro.
A cara lavada
Los mecanismos utilizados por la banda de Yepez
Gaviria y Arias Celis coinciden no sólo con la arquitectura financiera
utilizada por otras organizaciones narcocriminales: en algunos casos también
coinciden en su predilección para los negocios en Tigre. El clan de los
hermanos colombianos Álvarez Meyendorff también cayó en Argentina, cuando la
UIF advirtió operaciones sospechosas en esa y otras zonas, a través de una
docena de sociedades interrelacionadas.
La banda de Ignacio y Juan Fernando Meyendorff,
vinculada al cartel colombiano del Norte del Valle, había lavado al menos
setecientos millones de dólares en Colombia. No sólo amasaron la fortuna con el
narcotráfico “genuino” sino también prestando sus servicios como transportistas
para otros carteles. Se hicieron famosos por el desarrollo de sofisticados
submarinos y semi-sumergibles para trasladar cocaína de Colombia a México y
Estados Unidos.
Los Meyendorff también trajeron el dinero de la droga
e invirtieron en los exclusivos barrios privados del Trigre. Los tentáculos del
coloso narco llegaron hasta Nordelta y Talar de Pacheco. La UIF, que es
querellante en esa causa, pidió enjuiciar a los 34 procesados de la
organización, de los cuales trece –contadores y otros profesionales– se
dedicaban exclusivamente al lavado, y otros 21 al narcotráfico.