El Escape
Como en las persecuciones a pie en el cine, en donde el reo
corre llenando de obstáculos el camino al brazo de la ley que se avecina, Raúl
Othacehe prepara, luego de su derrota, la salida de la intendencia pergeñando
un caos planificado en la administración municipal, dada la enorme victoria de
Gustavo Menéndez el 9 de agosto en las PASO, que coloca a este último a las
puertas de un triunfo histórico en Merlo.
La respuesta de Othacehe ante tamaño espaldarazo que le
propino el pueblo de Merlo parece poner el acento en una venganza dual donde,
por un lado, castiga a la gran mayoría de los merlenses recortando recursos públicos
en insumos para los hospitales, insumos municipales, actividades sociales,
entre otros de bien común. Por otro sin impulsa medidas que a lo largo de sus
repetidas gestiones nunca dinamizo, como el pase a planta permanente de
empleados municipales, la creación de un nuevo juzgado de faltas (posicionando
aquí a sus “empleados”) y paritarias municipales. Esto, sumado a los 24 años de
secreto fiscal que aun imperan en Merlo, tienen como clara intención socavar la
gestión de la nueva administración que comenzara su camino luego del 10 de
diciembre venidero.
Ante dado panorama y luego del recordado “9A”, Gustavo “El
Tano” Menéndez se perfila, encolumnando el proyecto nacional del Frente Para la
Victoria en Merlo que acompaña a Daniel Scioli y Anibal Fernández, con clarísimas
chances de obtener el triunfo a poco más de 40 días de las elecciones
generales. Para pesar de Othacehe, que acordó con el PRO levantar la
candidatura de un empresario filo-Othaceista,
Menendez encabeza ampliamente la voluntad de voto de los merlenses para el próximo 25 de octubre en coordinación
con la continuidad del modelo de inclusión y desarrollo del gobierno nacional,
modelo del cual Merlo ha estado prácticamente ausente durante la etapa
Othaceista.