Tras 24 años de oscurantismo, corrupción y asesinato, la
agrupación “Menéndez 2015" de Merlo celebra su primer cumpleaños entre sus militantes, amigos y los principales compañeros referentes del movimiento Grande Merlo con cena, discursos, conmemoraciones , show, y música, entre otras cosas.
El 9 de Agosto, el partido de Merlo dio vuelta algo más que
un resultado en las internas del FpV; dio vuelta un despotismo brutal cuyo
imperio duró en el poder comunal casi un cuarto de siglo; eso mismo nos dice
que aquí no está en juego el Frente para la Victoria, sino un feudo que castiga
a los merlenses desde apenas años después de regresada la democracia al país.
Raúl Othacehe fue vencido por el aparato de trabajadores,
colaboradores, estrategas y militantes del movimiento político Grande Merlo,
una fuerza abierta, inclusiva y expansiva que lleva como figura a Gustavo
Menéndez a la Intendencia. Y una de las agrupaciones que componen Grande Merlo, la
"Menéndez 2015", la noche del Sábado 26 de Septiembre cumplió un año
de actividad, por eso lo celebró con cena, música, show y abundante
camaradería.
En la celebración destaco la presencia de los principales referentes de las otras mesas del districto. Participaron la
Juventud del movimiento , la Mesa de Padua, la Mesa de Ferrari, la mesa de Libertad, Arco Iris, la mesa Merlo Norte, Mesa San Martín, entre otras,
Se a felicitado y premiado de forma sobresaliente quienes rindieron su homenaje a la labor de la Agrupación Menendez 2015, joven, comprometidos donde brillaron las medallas y las condecoraciones.
Se a felicitado y premiado de forma sobresaliente quienes rindieron su homenaje a la labor de la Agrupación Menendez 2015, joven, comprometidos donde brillaron las medallas y las condecoraciones.
También fueron ejes de la noche los candidatos del movimiento Laura Canosa, Lujan Stanziano y Noelia Elizabeth Suàrez , y la figura referente e integradora de "la
Menéndez", Mauricio Canosa, quien pronuncio un excelente discurso cuyo principal mensaje fue no olvidarse nunca quienes son y menos aun de las convicciones.
Pero también el mismo candidato a Intendente, el líder carismático Gustavo Menéndez, vencedor de una contienda interna que soportó las amenazas hasta horas previas a la fiesta sobre la figura y su familia del presidente del Club Laureles Argentinos, sólo por presidir el salón deportivo elegido para el evento.
Pero también el mismo candidato a Intendente, el líder carismático Gustavo Menéndez, vencedor de una contienda interna que soportó las amenazas hasta horas previas a la fiesta sobre la figura y su familia del presidente del Club Laureles Argentinos, sólo por presidir el salón deportivo elegido para el evento.
La legión de servidores todoterreno de Raúl Othacehe se
ocupó, como siempre, de llevar consternación e inquietud sobre la seguridad del
predio y de los festejos con llamadas intimidatorias; pero no le alcanzó para
impedir ni el encuentro ni el fervor de la fiesta. El oscurantismo medieval y
la tiranía sustentada en amenazas, persecución, golpizas y hasta asesinatos que
propuso Raúl Othacehe para mantenerse en el poder durante 24 años, ha llegado a
su fin.
Su figura ha salido del gráfico, cruzando la línea del
descenso, como una pandemia de rechazo, contaminando a otras figuras políticas
también cuestionadas. La visita y el encuentro de don Raúl con el Intendente de
La Matanza, don Fernando Espinoza, previa a las internas de comienzos de
Agosto, lleva a creer que fue la sentencia definitiva sobre el electorado con
el antes autopropuesto candidato a Gobernador Espinoza, y luego del reacomodo
presidencial de figuras, sobre la fórmula Dominguez-Espinoza frente a la
candidatura en la que midió fuerzas contra Fernández-Sabbatella.
Ambos, Espinoza y Othacehe, junto a Domínguez, quedaron
fuera de carrera, lo que llevó a un miembro del PJ provincial, con
posterioridad a las internas, a preguntarse en las calles de San Justo en
cuánto había afectado la visita de don Raúl en la derrota y extinción del Intendente
saliente de La Matanza, primero propuesto candidato a Gobernador y luego como
candidato a vice gobernador. En todo caso, fue el último caído en la larga
lista de víctimas del imperio de Othacehe, el tirano del oeste.
Pero nada, ni aún las amenazas, frustraron una noche emotiva
y triunfalista cuando el símbolo común fue la generosidad, el calor humano y el
compañerismo de una juventud servicial y atenta con los invitados entre quienes
se pudo ver familiares de militantes, vecinos, amigos, músicos, sabios,
escritores y profesores de distintas áreas de la vida cultural, incluso de
otras hermanas comunidades provinciales. Fue una verdadera señal de un pueblo
de pie y en pie de lucha que avanza a dejarle una huella al ser nacional. Baste
recordar que muchos de esos jóvenes protagonistas y militantes crecieron desde
sus nacimientos bajo la tiranía othaceísta. No conocieron otro jefe comunal,
más semejante a un feudo del medioevo europeo que a una democracia republicana.
Las palabras del mismo Menéndez bautizaron la medianoche de
esperanza cuando recordó, a su vez, las palabras de aliento del Papa Francisco
durante la visita que el candidato a Intendente le realizara en 2014 en el
Vaticano; también recordemos las denuncias de Bergoglio en Pontevedra, Merlo,
en 2007, siendo todavía Cardenal acerca de la persecución de sacerdotes de la
Iglesia cristiana; aunque el líder merlense en su largo discurso del Sábado
mantuvo cautela al expresar que "ganar no es suficiente para
gobernar", cuando necesitan mayoría en la cámara de concejales donde
todavía resisten los bastiones othaceístas de un período más proclive al olvido
que a la historia institucional local, así como un exorcisado se abstiene de
mencionar a un demonio al que se teme invocar por su nombre.
Y allí es cuando necesitan imperiosamente de la reafirmación
del voto popular a 28 días del presente, en las próximas elecciones generales,
cuando el pueblo del oeste decida para su Intendente entre un período
democrático de empuje y apertura comunal o la convivencia mediana con un pasado
reciente de oscuridad, persecución y asesinato. Cada voto cuenta y el vecino de
esa comuna sabe ahora cuanto pesa en la conciencia civil errar el rumbo. Más
que nunca, la decisión la tiene el pueblo soberano de Merlo.